jueves, 11 de junio de 2009

DIARREA

La diarrea—del griego antiguo διάρροια (diárrhoia), es decir, διά (dia) «a través»" y ῥέω (rhein) «corriente o flujo»—es una alteración de las heces en cuanto a volumen, fluídez o frecuencia en relación anormal a la fisiológica,[1] lo cual conlleva una baja absorción de líquidos y nutrientes, pudiendo estar acompañada de dolor, fiebre, náuseas, vómito, debilidad o pérdida del apetito. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, la diarrea es una de las principales causas de muerte en los países del Tercer Mundo, intimamente asociada a la deshidratación. La diarrea afecta a todas las razas, sexos, edades y regiones geográficas del mundo, afectando a más de 500 millones de niños. Además de la gran perdida de agua que supone las evacuaciones diarréicas, los pacientes, por lo general niños, pierden cantidades peligrosas de sales importantes, electrolitos y otros nutrientes.

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